Esta es la playa de Porthcurno en Cornualles - telón de fondo de más de un día de fiesta en mi infancia y el hogar del teatro al aire libre Minack. Los veranos con mi familia se disfrutaron casi en su totalidad en esta playa - siempre recuerdo un calor abrasador-, y unas vacaciones hubiesen sido incompletas sin, al menos, un viaje a Minack.
![https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEAK7xomdlhB0cDV2dWrML9MvX3oFmZL3HEdL5XnTlPsQbfcXRK2n6_JUxSgkeaBFRmZ13v30lXS63LWOEnLKOqIEHq0btf9SFDv5eB6ZZ-AMOZUSlOiZII7MafYXP87Pd99zPaW8gkrg/s1600/minack+theatre.png](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEAK7xomdlhB0cDV2dWrML9MvX3oFmZL3HEdL5XnTlPsQbfcXRK2n6_JUxSgkeaBFRmZ13v30lXS63LWOEnLKOqIEHq0btf9SFDv5eB6ZZ-AMOZUSlOiZII7MafYXP87Pd99zPaW8gkrg/s1600/minack+theatre.png)
Parte
de la magia venía de los preparativos, formaba parte del ritual, estar
preparado para cualquier emergencia climática (jerseys, chubasqueros, un par de
sacos de dormir), y el diseño del menú del picnic (muy pronto te dabas cuenta,
al ver a la gente abriendo botellas de vino y paquetes de salmón ahumado, que
hacía falta llevar algo un poco más “finolis” que un bocadillo de jamón). También
tenía que ver con observar a los demás, mientras las butacas se llenaban, y con
ver un barco en el horizonte; de disfrutar de la puesta de sol y del reflejo de
la luna en el océano; con ver teatro en el mismísimo borde de un acantilado...
He vuelto a Minack como adulto y el encanto, sin duda, sigue ahí. Es curioso recordar ciertas cosas, porque tenemos anécdotas familiares de sentarnos en el Minack bajo la lluvia (el sol claramente no brillaba todos los días) y teníamos que llevar los chubasqueros por esta razón ... Pero tal vez eso forma parte de la magia de un lugar como Minack. Eso de ir y decir "volveré a pesar del clima"... quiero decir, no hay muchos lugares en Gran Bretaña a los que se desea volver para sentarse bajo la lluvia!
No hay comentarios:
Publicar un comentario